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1.1  ORÍGENES

 

Si deseamos tener una visión histórica de la contabilidad financiera, esta debe realizarse desde la óptica de todos los elementos que conforman el objeto de la actividad contable para lograr una verdadera imagen de los hechos remotos que le dieron su origen.

 

Federico Gertz Manero, tratadista mexicano así lo afirma:

 

"Si partimos de que el objeto de la contabilidad es conservar un testimonio de naturaleza perenne de los hechos económicos ocurridos en el pasado, tres serán los tipos de elementos que tengamos que buscar en el acontecer histórico, para poder determinar nuestro objeto:

 

Que encontremos al hombre constituyendo una unidad social y por tanto vinculado a otros hombres por necesidades comunes,

 

Que concurran actividades económicas en tal número e importancia que haya sido preciso auxiliarse de un testimonio de naturaleza perenne en la conservación de su información, que sirviera de ayuda a la débil memoria humana,

   

Que exista un medio generalmente aceptado mediante el cual se pueda conservar la información sobre la narración de los hechos ocurridos en el pasado (escritura) y que a la vez sea susceptible de registrar cifras (números) y por tanto medida y unidad de valor." [Gertz Manero,1982]

 

En los orígenes del hombre cuando este era un primate primitivo que se desplazaba en hordas buscando el alimento que se presentara en el camino, no era necesaria la contabilidad, pues la preocupación no era otra que la de supervivencia en estas difíciles condiciones y todos los frutos y pequeños animales a las cuales se tenia acceso eran devorados inmediatamente y solo servían para calmar momentáneamente el hambre y después del descanso, continuar con la misma rutina. En estas circunstancias la humanidad incipiente no poseía bienes materiales de ninguna índole y el concepto de contar era el mismo que tienen los animales, el cual no pasaba de tres y no existía el concepto de número.

 

Es cuando el ser humano desarrolla  la  mano y se convierte en Homo HabiIis , que se inicia el verdadero ascenso del hombre en la escala animal, esta particularidad le permitió diferenciarse de los demás animales por su capacidad de fabricar herramientas. La herramienta le permitió ser más eficiente en la obtención de los alimentos y por supuesto esto significó un mejoramiento en las condiciones de vida de la primitiva comunidad humana y conllevó a la especialización del trabajo, pues mientras unos individuos se dedicaban a la caza y la recolección otros se ocupaban en la elaboración de las herramientas que permitirían mejorar esa caza y recolección. Estos instrumentos permitieron también la domesticación de animales y el cultivo de los frutos salvajes debido a que la eficiencia en la obtención de los medios de subsistencia permitía disponer de algún tiempo libre, lo cual originó que la antigua horda salvaje cazadora y colectora trashumante se radicara en algunos sitios que les resultaran favorables para el cultivo y la cría de los animales que anteriormente cazaban. Las condiciones mejoraron y el tiempo libre y la especialización del trabajo llevaron a que el hombre cada vez más ascendiera y lograra ciertas comodidades que se compartían en comunidad. Ya existían bienes, pero estos pertenecían a la respectiva unidad social pues servían para todos sus integrantes sin que se reivindicara propiedad personal por alguno de sus miembros.

 

El creciente ascenso del hombre debido a la fabricación de herramientas produjo un mejoramiento en la organización social, pues el antiguo jefe de la horda se convirtió en jefe del clan y se inició la competencia territorial con otros clanes rivales de cuyas confrontaciones salía triunfante aquel que mejores instrumentos para la guerra poseyera. De estos combates el clan triunfante obtenía botines de guerra consistentes en esclavos y herramientas del clan vencido lo cual producía un excedente para el clan triunfador que constituía riqueza para el mismo. El trabajo de los esclavos producía también excedente que se convertía en nueva riqueza que daba un mayor poder a quien detentaba el mando, quien se rodeaba de bienes que ya no eran de la unidad social sino del respectivo jefe. Ya se hacía necesario el conteo de estas riquezas y con el invento de la escritura se hizo necesario llevar un registro de las mismas, esta labor se encomendó a la persona mas ilustrada de la comunidad, pues debía saber leer, escribir y contar, su cargo era de los más importantes después del jefe o rey, su nombre podía ser escriba real, tesorero real etc., se puede afirmar que eran los funcionarios que más se pueden asimilar a los primeros contadores de la historia.

 

Los botines de guerra y el trabajo esclavo fueron los primeros generadores de riqueza que fue necesario de contar, pero posteriormente al trabajo esclavo se agregó el trabajo asalariado como una forma sutil de esclavitud, pues a diferencia de los inicios de la especialización del trabajo en la cual a cada miembro de la unidad social por su labor de elaboración de herramientas que le impedía salir a cazar o colectar, los restantes miembros cazadores le proveían de lo necesario para su bienestar, en el trabajo asalariado solamente se le suministraba una parte de lo que merecía y lo dejado de pagar se convertía en nueva riqueza para quien contrataba a los asalariados. Nace entonces para el detentador de la nueva riqueza la necesidad de controlarla y esto se realiza indudablemente mediante un inventario y registro de la misma, lo que constituye el objeto primitivo de la contabilidad.

 

El desarrollo del comercio derivado de la especialización del trabajo dio un gran impulso a la primitiva contabilidad, pues esta fue otra forma de generación de riqueza, distinta del botín de guerra y de la explotación del trabajo esclavo o asalariado.

 

La escritura y la notación numérica se remontan en la historia alrededor del año 6.000 A. de C., por lo que se puede afirmar que la primera actividad contable tiene prácticamente su origen para esta época de la humanidad que se considera como del inicio de la civilización en lo que se denomina el fértil creciente, especialmente en Mesopotamia, lo que se conoce hoy como Irak.

 

Cuando arqueólogos modernos excavaban en busca de los vestigios de la civilización sumeria, en el valle comprendido entre los ríos Tigris y Eúfrates, la sorpresa fue grande cuando al encontrar una tablilla de arcilla datada en 6000 años A de C y traducir los caracteres cuneiformes, se conoció que la misma no era más que un registro de cuentas de un comerciante sumerio, es decir el registro contable más antiguo que se conoce y que se encuentra en el Museo Semítico de Boston, Massachusetts.

 

El indicio más remoto de la contabilidad financiera data desde la civilización mesopotámica, la cual tuvo existencia miles de años antes de la era cristiana, debido a que su auge económico, requirió elementos de contabilidad. Posteriormente surgieron manifestaciones de contabilidad entre los años 4500 y 3200 A. de C. Se evidencian movimientos de Trueque en el templo rojo de babilonia; hacia el año 3600 A. de C. como resultado de las gestiones económicas del faraón Menach, se efectuaron anotaciones ordenadas de ingresos y egresos por sus escribanos.  Los asirios también llevaron a cabo registros contables de carácter fiscal, impresos en tablillas de barro.

 

De igual manera del antiguo Egipto se conservan jeroglíficos en los cuales están representados los contadores de ese tiempo, funcionarios de alto nivel dentro de la jerarquía faraónica que en ese tiempo eran llamados escribas. En Egipto, hacia el año 2550 A. de C., los escribanos llevaban anotaciones de carácter financiero sobre las operaciones mercantiles del imperio.

 

No se conoce mucho acerca de las prácticas contables de los Fenicios, pero se cree que por ser los mas grandes comerciantes de la antigüedad, necesariamente debían llevar un registro pormenorizado de sus transacciones económicas con los diferentes pueblos.

 

En Grecia, como resultado de sus actividades comerciales, grado de desarrollo de su marina y notable régimen económico, se supone la existencia de un estructurado sistema contable, aunque sólo se cuenta con los testimonios de Pagani, quien afirma que en Grecia del siglo V a. de C. se obligaba a los comerciantes a que llevaran libros de contabilidad.

 

En la Grecia Clásica la labor contable era ejecutada por los banqueros griegos, los cuales ejercían su influencia en todo el imperio, aunque a pesar de todo el legado artístico, político e intelectual que dejaron, no se tiene testimonio directo de la actividad contable, aunque sí indirecto a través de sus grandes pensadores.

 

El imperio Romano no dejó tampoco gran tradición escrita sobre asuntos contables, aunque sí lo hizo en lo tocante al Derecho, pero se sabe que usaban prácticas contables aunque no se conoce con certeza si utilizaban la partida simple o la partida doble, pero la creencia generalizada de los investigadores reconocidos es que era utilizada la partida simple y al parecer doble columna. Los romanos utilizaron en forma constante los términos técnicos "Expensa et Accepta" para referirse a asuntos contables.

 

De la Roma antigua se han encontrado rudimentos de prácticas contables que datan de los primeros años de vida del imperio. A los jefes de familia se les obligaba a anotar diariamente sus ingresos y gastos y luego pasarlos a un registro de mayor cuidado, denominado "Cardex Tabulae". En éste se llevaban a un lado los ingresos "Acceptum" y al otro los gastos "Expensum". La Ley Paetelia Papiria, publicada en Roma en 325 a. de C., constituyó la primera norma que aprueba los asientos realizados en libros de contabilidad.

 

A partir del año 235 d. de C., con la muerte de Alejandro Severo, la contabilidad adquirió gran importancia en la Roma antigua. En la época de la república y del imperio de la contabilidad, llevada por plebeyos, contaba de dos libros: el Adversaria, donde se anotaban las transacciones de caja y el kardex, donde se asentaban las demás operaciones. Con éstos libros los romanos -llevaban un control preciso de su patrimonio. Fueron los banqueros romanos, casta privilegiada del imperio, quienes perfeccionaron las técnicas contables con el fin de controlar las asignaciones que debían otorgar al ejército para sus conquistas territoriales, y a los patricios para sus aventuras políticas.


 

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