1004. LA RELACIÓN ENTRE SUPERVISORES BANCARIOS Y AUDITORES EXTERNOS
Los
bancos juegan un papel vital en la vida económica y la fuerza y estabilidad
continuas del sistema bancario es un asunto de interés público general. Los
papeles separados de los supervisores bancarios y de los auditores externos
son importantes a este respecto. La creciente complejidad de la banca hace
necesario que haya mayor comprensión mutua y, donde sea apropiado, más
comunicación entre los supervisores bancarios y los auditores externos.
El
propósito de esta Declaración es proporcionar información y lineamientos
sobre cómo puede reforzarse la relación entre auditores y supervisores de
bancos para mutua ventaja. Sin embargo, como la naturaleza de esta relación
varía en forma importante de país a país los lineamientos pueden no ser
aplicables en su totalidad a todos los países. El Comité Internacional de
Prácticas de Auditoría y el Comité de Supervisores de Basilea esperan, sin
embargo, que proporcionarán una aclaración útil de los papeles respectivos
de las dos profesiones en los muchos países donde los lazos son cercanos o
donde la relación se encuentra actualmente en estudio
Los
bancos juegan un papel central en la economía. Guardan los ahorros del
público, proporcionan un medio de pago por bienes y servicios y financian el
desarrollo de los negocios y el comercio. Para desempeñar estas funciones
en forma segura y eficiente, los bancos individuales deben inspirar la
confianza del público y de aquellos con quienes hacen negocios. La
estabilidad del sistema bancario, nacional e internacional, ha venido a ser
reconocida como un asunto de interés público general. Este interés público
se refleja en la forma en que los comerciales, están sujetos a supervisión
de su solvencia financiera (generalmente conocida como supervisión
prudencial) por parte de los bancos centrales y de otras dependencias
oficiales. Los estados financieros de los bancos también están sujetos a
examen por los auditores externos. La opinión de auditor presta
credibilidad a dichos estados y por lo tanto ayuda a promover la confianza
en el sistema bancario.
Como el
negocio de la banca crece en complejidad, tanto nacional como
internacionalmente, las tareas tanto de los supervisores de bancos como de
los auditores externos se están volviendo más y más demandantes. En muchos
respectos los supervisores de bancos y los auditores externos se enfrentan a
un reto similar y cada vez más se perciben sus papeles como
complementarios. No sólo están los supervisores apoyándose a mayor grado en
los resultados del trabajo del auditor, sino que están recurriendo más cada
vez a la profesión contable para que se encargue de tareas adicionales que
contribuyan al desempeño de sus responsabilidades de supervisión. Al mismo
tiempo, los auditores, al llevar a cabo sus funciones, acuden a los
supervisores por información que pueda ayudar a descargar sus funciones más
efectivamente.
El Comité
Internacional de Prácticas de Auditoría y el Comité de Supervisores de
Basilea comparten el punto de vista de que una mayor comprensión mutua y,
donde sea apropiado, una mayor comunicación mejorarían la efectividad de la
auditoría y supervisión bancarias para beneficio de ambas disciplinas.
Tres
partes tienen papeles y responsabilidades en relación con la conducción
prudente del negocio de un banco, a saber, la administración del banco
mismo, los auditores externos del banco y las autoridades de supervisión.
Los papeles y responsabilidades de cada participante en diferentes países
derivan tanto de la ley como de la costumbre. Esta declaración no tiene
interés en confrontar o cambiar estos papeles o responsabilidades. Más
bien, tiene la intención de brindar una mejor comprensión de la naturaleza
precisa del papel de los auditores y supervisores de bancos, ya que una
concepción errónea de esos papeles podría llevar a que se deposite una
confianza inapropiada por parte de uno sobre el trabajo del otro.
Esta
declaración busca quitar estas posibles concepciones erróneas y sugerir cómo
cada uno podría hacer un uso más efectivo del trabajo desempeñado por el
otro. Consecuentemente, la declaración:
·
Define la
responsabilidad primaria de la administración ;
·
Examina
las características esenciales de los papeles de supervisores y auditores ;
·
Revisa el
grado al cual los papeles coinciden ; y
·
Sugiere
un mecanismo para una coordinación más efectiva entre supervisores y
auditores en el cumplimiento de sus tareas por separado.
La
declaración ha sido formulada con plena conciencia de las importantes
diferencias que existen en los marcos conceptuales nacionales
institucionales, notablemente en normas de contabilidad, en técnicas de
supervisión y en el grado al cual, en algunos países, los auditores
actualmente desempeñan tareas a supervisores y los auditores de bancos ya
tienen relaciones más cercanas de las que se indican en la declaración. Los
acuerdos sugeridos en la declaración deberán considerarse como
complementarios a, y no como sustitutos de las relaciones existentes. Si
bien la declaración no tiene la intención de ser prescriptiva, se espera que
los puntos de vista expresados aquí tendrán relevancia para todas las
situaciones, aunque obviamente se referirán a las situaciones de algunos
países más directamente que a las de otros.
La declaración define e
incluye comentarios sobre los siguientes asuntos:
La responsabilidad de la administración del banco
El papel del supervisor bancario
El papel del auditor externo del banco
La relación entre el supervisor y el auditor
Criterios para una posible extensión del papel del auditor como una
contribución al proceso de supervisión
Direcciones específicas hacia las que puede extenderse el papel del auditor
La necesidad de un diálogo continúo entre autoridades de supervisión y la
profesión de auditoría
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