El Control Interno descansa sobre tres objetivos fundamentales. Si se logra identificar perfectamente cada uno de estos objetivos, se puede afirmar que se conoce el significado de Control Interno. En otras palabras toda acción, medida, plan o sistema que emprenda la empresa y que tienda a cumplir cualquiera de estos objetivos, es una fortaleza de Control Interno.
Asimismo, toda acción, medida, plan o sistema que no tenga en cuenta estos objetivos o los descuide, es una debilidad de Control Interno.
Los objetivos de Control Interno son los siguientes:
7.8.1 SUFICIENCIA Y CONFIABILIDAD DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
La contabilidad capta las operaciones, las procesa y produce información financiera necesaria para que los usuarios tomen decisiones.
Esta información tendrá utilidad si su contenido es confiable y si es presentada a los usuarios con la debida oportunidad. Será confiable si la organización cuenta con un sistema que permita su estabilidad, objetividad y verificabilidad.
Si se cuenta con un apropiado sistema de información financiera se ofrecerá mayor protección a los recursos de la empresa a fin de evitar sustracciones y demás peligros que puedan amenazarlos.
Ejemplos:
q Comparar los registros contables de los activos con los activos existentes a intervalos razonables.
q Utilización de Máquinas Registradoras para ingresos
q Asegurar apropiadamente los activos de la empresa
q Consignar diariamente y en la mismas especies los ingresos
7.8.2 EFECTIVIDAD Y EFICIENCIA DE LAS OPERACIONES
Se debe tener la seguridad de que las actividades se cumplan cabalmente con un mínimo de esfuerzo y utilización de recursos y un máximo de utilidad de acuerdo con las autorizaciones generales especificadas por la administración.
Ejemplo: El establecimiento de un sistema de incentivos a la producción.
7.8.3 CUMPLIMIENTO DE LAS LEYES Y REGULACIONES APLICABLES
Toda acción que se emprenda por parte de la dirección de la organización, debe estar enmarcada dentro las disposiciones legales del país y debe obedecer al cumplimiento de toda la normatividad que le sea aplicable al ente. Este objetivo incluye las políticas que emita la alta administración, las cuales deben ser suficientemente conocidas por todos los integrantes de la organización para que puedan adherirse a ellas como propias y así lograr el éxito de la misión que ésta se propone.